Lo del cátering aún está despegando. Me ayuda mi hermana Silvia y mis amigas Elena y Nuria, y ya tengo unos cuantos clientes fijos. El que no falla ni un solo día es Álex. Es un encanto y tiene un trabajo estable en un banco, y se nota que le gusto, pero… Álex no tiene rollo y yo siempre me pillo por los capullos.
Mis problemas de verdad empezaron el día en que me quedé sin bici, después de que se me cerraran un segundo los ojos y acabara estampada contra el cochazo de un hombre que era como George Clooney en rubio. A partir de este momento, todo ha sido una hecatombe, aunque, bien mirado, no hay mal que por bien no venga, y aunque estoy pendiente de juicio por conducir sin carné y puedo ir a la cárcel, también es cierto que me he convertido en la cocinera de moda y este George Clooney rubio está haciendo que descubra un montón de cosas.