Al rojo vivo, cegador y peligroso.
Todo eso es Volt.
Es eléctrico.
La primera vez que le vi, mi cuerpo reaccionó. Se tensó, chisporroteó y lanzó chispas. Supe que le deseaba porque era el primer hombre que me hacía sentir muerta y viva al mismo tiempo.
Pero sólo hizo falta una breve conversación para saber que era inalcanzable.
Que no era una posibilidad.
Ahora sólo somos amigos.
¿Pero seguiremos siéndolo?